68.620 hogares con todos sus miembros en paro, ¡todos a la huelga general 30M!

Con estos temas no convendría jugar con el lenguaje, con las expectativas y, sobre todo, con el sufrimiento. Según los datos de la Encuesta de la Población Activa (EPA), en el Estado español  son 1.906.100 los hogares con todos sus miembros en paro. En Hego Euskal Herria llegan a 68.620 hogares. En días pasados el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, dijo que estamos tocando fondo. Estas expresiones de los políticos son habituales, pero hace daño a quienes sufren el drama. ¿Tiene datos para decir eso? No. Es cierto que tiene que parar esta sangría, porque en Hego Euskal Herria son 222.700 parados, según la EPA, aunque inscritos en la red de Lanbide y SEPE sobrepasan los 234.000 desempleados. Al señor Aburto habría que preguntarle que es lo que hace el Gobierno vasco para crear empleo: nada; más bien lo contrario, lo destruye como hemos visto estos días atrás en la denuncia sindical conjunta de la Administración Pública. Porque, según explico LAB, los recortes en el presupuesto de 2013 y el aumento de la jornada destruirán, al menos, 2.000 empleos públicos. Por lo tanto, hacer más, sin duda. 

Porque después tenemos a la secretaria general de Confebask, Nuria López de Gereñu, que ha recalcado que los sindicatos convocantes de la Huelga General del 30 de Mayo deberán de explicar "porqué en Euskadi hay  más huelgas" y dijo que  "no son conscientes del daño que esta conflictividad causa en el día a día de las empresas". La exconsejera del Gobierno de Gasteiz, que más impulsó la obra del TAV que cuenta con una repulsa social elevada y es el mayor despilfarro de la historia vasca, debería callarse, porque son los empresarios del sector privado y del sector público los que destruyen empleo, los que generan esos dramas sociales impresionantes y los que rompen la seguridad de las personas. Las protestas de los trabajadores son el mecanismo que tenemos de defendernos y de decir que no estamos de acuerdo con estas políticas que sólo benefician a unos pocos. Hay recursos económicos, pero están mal repartidos. No hay derecho que haya personas sin poder tener un empleo digno y un salario justo. La justicia social es necesaria. ¡Todos a la calle, a la huelga!