miércoles, 9 de julio de 2014

Talones millonarios para los especuladores, recortes para los excluidos


A medida que se avanza en las últimas estafas empresariales, se comprueba que la conexión directa de los gobiernos con los especuladores es mayor de lo que nos podríamos imaginar. Y, eso, que solo sale una pequeña puntita del iceberg que esta sumergido en ese nido de corrupción. 
Leemos hoy en Expansión una entrevista al célebre ministro español de Industria, José Manuel Soria. Nos dice que ese ministerio “dio 1,4 millones en subvenciones y otros 5,4 millones en créditos a Gowex". Una empresa tecnológica que, en realidad, es pura especulación y cuyo máximo responsable ha aceptado ya que ha mentido en los últimos años sobre las cuentas de la empresa. El gobernador del Banco de España, Luis Linde, dijo desconocer esta situación y Elvira Rodríguez, desde CNMV, asegura que investigara si la empresa que destapó el fraude Gowex utilizo esa posición en la bolsa. Es  de vergüenza, empresas que deberían de tener la lupa encima, no se siguen y así pasa lo que pasa.
No tan lejos de aquí tenemos el caso de Hiriko, los promotores de un coche eléctrico vasco que recibieron cuantiosas ayudas económicas oficiales. Se calcula que, al menos 60 millones, en la última legislatura, antes de la llegada de Patxi Lopez a Ajuria Enea. Ayer, la consejera de Industria, Arantza Tapia (PNV) atrapada en ese fango de las estafas dijo que si el Departamento de Industria dio ayudas, más dieron los ministerios españoles. Tapia, al contrario del escorpión que cuando se ve acorralado se suicida, esparció la porquería, quizá para tapar bocas, porque el PSE que destapó estas irregularidades está bastante silencioso, pese a conocer todo el proceso.
Tenemos también el caso de Incoesa, empresa de Bedia, que tras recibir más de 1,2 millones para su desarrollo coge las maletas y se va a Cáceres y Soria dejando a los trabajadores sin nada. Hay muchas más, pero es el último caso conocido.
Las ayudas oficiales se entregan con suma facilidad a los empresarios, a los amigos de quienes ostentan el poder. No se utiliza la lupa para controlar lo que hacen con ese dinero de todos. Por el contrario, las ayudas sociales para quienes no tienen ingresos  para vivir una vida digna se controlan hasta el último céntimo. Son 65.000 las personas que reciben la renta de garantia de ingresos, a muchos de ellos les vuelven locos. Hay que pasar una, dos, tres y cuatro puertas y, además, cada vez esa cuantía es inferior y los obstáculos más grandes. Pero, además, hay un 53,7% de los parados que tampoco perciben prestación económica alguna! mientras que los que la reciben, cada vez es más reducida. 
Para unos son unos miles de euros  y con la lupa encima, pero quienes se llevan los talones, siempre de millones de euros, nunca se les controla. Solo cuando salta la liebre.
La doble vara de medir es clara.
La utilización de las ayudas por parte de los políticos para beneficiar a especuladores, también.

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