Algunos leen con rapidez los datos de paro cuando se reduce el número de quienes se han inscrito en esas listas que, por otra parte, ¿sirven para algo? Hace unos días la patronal de las ETT confirmaba que los servicios públicos de empleo (aquí Lanbide y Servicio Navarro de Empleo) a penas promueven la contratación de parados.
Los datos de ayer de desempleo esconden que, sí 225.434 personas están inscritas en esas listas del nunca jamás tendrás empleo, la realidad es que hay 237.382 personas entre enero y junio de este año que son demandantes de un puesto de trabajo. Es decir, 11.948 personas más de las inscritas. En Hego Euskal Herria estamos en alarma roja. Un nivel de demanda espectacular, como en los peores tiempos.
La diferencia entre los inscritos en las listas de paro y los demandantes sin empleo ha ido creciendo. En 2008 fueron 3.382 personas; en 2009, otras 3.424 personas; en 2010 bajó a 3.137 personas; en 2011 sube a 8.743 personas de diferencia entre los inscritos y los que demandan un empleo porque no lo tienen. En 2012 alcanzó un récord, fueron 18.505 y en 2013 baja un poco hasta los 11.948 personas.
La pregunta es qué hacen la patronal y los gobiernos para impulsar el empleo. Porque, otra cosa es real, ayer mismo CEOE pedía más flexibilidad en los sistemas de cotratación para crear empleo. Es decir, antes nos ponían el pretexto de la necesidad de que hubiera actividad económica para crear empleo; ahora, la avaricia va más allá: si no hay cambios en la normativa de contratación, no se crea empleo. En estos momentos, el despido es casi libre. Ellos quieren quitar el casi, para que sea libre.
Quienes debieran defendernos, es decir las administraciones públicas, miran a otro lado. No quieren importunar a los creadores de riqueza, pero para sus bolsillos. La sumisión llega a unos extremos inusitados.
¿hasta cuándo vamos a dejar a estos políticos que nos tomen el pelo y que se rían de nosotros?
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