Todo esto viene a cuento porque si en fase de abundancia algunos se enriquecieron a base de bien, en este momento de crisis esta ocurriendo lo mismo, pero con el agravante de dejar a una parte importante de la población en la pobreza, sin nada. Otro expolio.
Los protagonistas son los mismos: la elite saca ventaja total y los de abajo sufrimos al máximo. Caen los salarios de forma exagerada, pero aumentan los beneficios de las empresas. Los datos no engañan. El último Boletín Económico del Banco de España desvela que aumentaron un 63,9% los beneficios de las sociedades no financieras el año pasado. Es un expolio a la clase trabajadora, a la que le espera paro y miseria, mientras unos pocos se enriquecen al máximo.
Para redondear este dato, El observatorio Gaindegia ha confirmado esta misma semana que la productividad de la mano de obra de Euskal Herria alcanza los 74.380 euros por persona, tres veces más que el salario medio de cada uno de ellos, mientras que la media de la Unión Europea de los Veintiocho se queda en 59.634 euros. Lo que muestra una diferencia del 25% a favor de los vascos. Cabe la pregunta ¿qué quieren los explotadores? La respuesta al expolio está en nuestras manos. «Aurrera!»