lunes, 14 de abril de 2014

El trabajo mata....y más que cualquier guerra.

La OIT estima que 2,34 millones de personas mueren cada año por accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo. De estas muertes, la mayoría o 2,02 millones corresponden a enfermedades profesionales y relacionadas con el trabajo, se estima que la cifra anual de casos de enfermedades relacionadas con el trabajo no mortales debe ser de 160 millones. Además que dichas enfermedades causan un inmenso sufrimiento a las víctimas y sus familias, provocan grandes pérdidas económicas para las empresas y sociedades, incluyendo la disminución de la capacidad laboral y la productividad. Aproximadamente el 4 por ciento del producto interno bruto (PIB), equivalente a aproximadamente USD 2,8 billones, se pierde debido a las enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo en costos directos e indirectos.
¿Qué hacen los empresarios?
¿Qué hacen las administraciones?
Fácil ni unos ni otros hacen nada. Estos datos son más dramáticos que cualquier guerra. Pero es evidente que a los empresarios les da igual que mueran o enfermen los trabajadores mientras llenen sus bolsillos.

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