sábado, 12 de julio de 2014

Kutxabank perdona deuda a partidos, desahucia a los parados

Pablo, María Luisa, Yolanda, Marta, Patxi, Francisco Javier y una larga lista más de cientos de familias han tenido la mala suerte de perder sus viviendas desde que ha comenzado la crisis. En Hego Euskal Herria en los últimos seis años se han producido casi 15.000 DESAHUCIOS forzosos.

La gran mayoría de ellos han podido pagar créditos de 30.000 a 100.000 euros, en números redondo. Tenían buena voluntad de pago, pero no los medios, es decir un trabajo digno. 
En cambio, Kutxabank perdona millones de euros, más de 8 millones después de la renegociación, a un partido político catalán. ¿Por qué esta diferencia de trato? ¿Qué espera Kutxabank con esta decisión que no utiliza con las familias sin recursos? Porque todos sabemos que gratis no se da nada. Al caso de UDC, liderado por Josep Antonio Durán i Lleida, le preceden otros casos del PSE, que dirige Patxi Lopez en 2006.

Kutxabank es responsable del 63% de los desahucios que se producen en el ámbito vasco, como han denunciado los colectivos sociales, pero nos hemos enterado estos días atrás por un informe del Tribunal de Cuentas español (no muy transparente) que Kutxabak (BBK) ha perdonado 9,6 millones de euros de intereses acumulados a Unió Democràtica de Catalunya (UDC). La mayor parte corresponde a intereses de demora de una deuda formalizada por BBK y que el partido catalán no devuelve desde 1996, el año en que venció. Un acuerdo, no testado por el Tribunal de Cuentas, confirma que Kutxabank exige al menos la devolución 990.000 euros. Por cierto, UDC ha respondido que los intereses impuestos por BBK (Kutxabank) fueron de “auténtica usura”. Este caso no es nuevo: en 2006/07 BBK (Kutxabank) también perdonó entre 20 millones y 30 millones al PSE.

Por lo tanto, PRIMERA REFLEXIÓN: a los partidos se les perdona la deuda que generan, y a los más necesitados, a quienes se quedan en paro por una crisis que no han generado, se les quita sus viviendas y se les deja en la calle, malviviendo. Con consecuencias fatales, porque, como ya han denunciado los colectivos sociales, muchos deben ir a viviendas de sus padres, de sus familias o conocidos y, por ello, pierden derechos en la Renta de Garantia de Ingresos y en los complementos por la vivienda. ¡Vaya suerte!¿Dónde está el derecho a una vivienda digna? Es evidente en papel mojado. Se demuestra una connivencia que tiene contrapartidas, sin lugar a dudas. 

SEGUNDA REFLEXIÓN.Según los datos del Tribunal de Cuentas los partidos políticos tienen una deuda con las entidades financieras de 236,7 millones. PSOE, PP, UDC y PNV acumulan tres cuartas partes de la misma. Una cantidad muy importante. PSOE (71,6 millones), PP (54,3 millones), Unió Democrática de Catalunya (16,7 millones) y PNV (28 millones). Yendo a este último partido, que es el que controla Kutxabank, se da la circunstancia, por otro lado, que además ese partido tiene contratados más de 11 millones en créditos con el banco que controla.No esta claro si es en conjunto de las tres cajas o sólo de BBK. Pero ¿cómo puede ser que si la deuda es tan alta, la tercera más alta ente los partidos del Estado español, reciben préstamos y créditos mientras que a familias que adeudan muchísimo menos se les quitan los pisos?

Además, el informe del Tribunal de Cuentas de 2012 indica que el PNV “durante el ejercicio analizado concertó tres nuevos préstamos por importe de 5 millones, produciéndose amortizaciones del principal del total de las operaciones registradas por importe de 3,9 millones”. ¡Algunos con que facilidad mueven millones de euros!

Y TERCERA REFLEXIÓN. La deuda de los partidos políticos con los bancos sin duda supone una presión y hace más entendible cada vez más la sumisión a la elite financiera y económica. Así, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) y el PP de Mariano Rajoy y la abstención del PNV cambiaron la sacrosanta Constitución española para obligar primero a pagar primero la deuda a los bancos, en vez de destinar los recursos a rescatar a quienes peor lo están pasando: una gran parte de la población.
Son favores que parece que se pagan, por un lado, o, como en el caso de Kutxabank, parece impensable que el mismo partido que controla el banco pueda “autodesahuciarse”, por decirlo de una manera gráfica. ¿Quizá por eso tienen tanto interés en controlar el banco, la fundación y lo que haga falta para que nadie pueda husmear en esta situación?
Siempre pierden/perdemos los mismos, ¡esto tiene que cambiar! 


 

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