Quienes nos gobiernan desean las “buenas noticias” como agua de mayo. Se juegan los votos, porque su credibilidad creo que está en entredicho hace mucho. No les importa lo que ocurre entre la población. No pisan el barro. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, anuncia que “la economía irá a velocidad de crucero” e Iñigo Urkullu y Juan María Aburto, desde el Gobierno Vasco destacan los supuestos buenos resultados del desempleo y de su política industrial. ¿Dónde esta, por cierto?
Sin embargo, si miramos debajo de esa “alfombra de los datos del paro” vemos que camina en tres direcciones: primero, los desanimados vascos por apuntarse en las listas del paro se mantienen en cerca de los 14.000 desempleados; segundo, como dijo UGT (y de esto sabe, creedme) a los parados que están haciendo cursos de formación, se les borra de las listas de paro; y, en tercer lugar, la contratación precaria. Casi el 70% de los contratos laborales son por “obra y servicio o necesidades de la producción”. Son los que utilizan las empresas de trabajo temporal, ahora convertidas en agencias de colocación. Pues bien, el 20% de los contratos de obra y servicio -que fueron un 35% de los que se firmaronen junio- tienen una duración de siete días? Y el 70% de los contratos por necesidades de producción no pasaron de un mes de contratación.
¿Qué futuro puede tener alguien con contratos de siete días y un mes? ¿Qué tiene que hacer alguien para conseguir un contrato de esas características tan precarias, que no sólo no garantiza un salario justo y adecuado, sino que ni cotiza para la futura pensión? ¿Esta es la velocidad de crucero que nos dicen los gobernantes?
Ahora el Gobierno español presenta los contratos indefinidos para jóvenes, que pueden descolgarse a los seis meses, pero que cuentan con una subvención de 1.800 euros para los empresarios. ¿Qué tipo de indefinido es si a los seis meses te pueden mandar a la calle? ¿Qué tipo de formación van a recibir si todos sabemos que las empresas necesitan mano de obra, aunque se resisten a contratar para obtener precisamente estos regalos de los gobiernos,para pagar poco, recibir ayudas y poder despedir cuando ellos quieran aunque tengan el título de contratos indefinidos?
Esto no es nuevo. Ahí es donde los gobernantes están fracasando. En 2006 el Gobierno del PSOE lo hizo. Aportó más de 4.000 millones para reducir la tasa de temporalidad. Lo logró el primer año, pero después volvió a su origen: la elevada temporalidad y precariedad de los contratos, por encima del 90%.
¿Velocidad de crucero? Sí, para los empresarios, que han ganado un 49,3% más en el primer trimestre e incrementando un 1% los salarios.
En la anterior crisis económica importante, que tanto daño hizo al mercado laboral en los años 1993/1994, entraron en juego las ETT, con lo que la temporalidad y la precariedad inundó el mercado laboral. Entonces, los gobiernos nos decían que era mejor tener un contrato temporal que nada. Sí, pero nos remonta al esclavismo. Desde 1995 a 2007 de crecimiento económico espectacular, la temporalidad no bajó y los gobiernos redujeron los impuestos a los empresarios y ricos. Después ya los sabemos: llega la crisis provocada por los especuladores del sistema capitalista, y los gobiernos explosionan los pocos derechos laborales que nos quedaban. Y ¿vamos a velocidad de crucero? De vergüenza.
Sólo espero que la gente se dé cuenta que quienes nos gobiernan, igual que los anteriores, no son capaces de sacar a la población de la crisis, del paro, de la pobreza, sino que ayudan a sus amigos: la elite económica y empresarial para que consigan más beneficios y tengan a los trabajadores presionados por el miedo.
Hay que darle la vuelta a esta situación, no nos queda otra. Aurrera
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