Las historias se repiten. Amianto por todos los lados. Impunidad gubernamental, empresarial y de las mutuas. No hay derecho. Vidas destruidas, amputadas. Ocurre en Sevilla, en Donostia y hoy mismo en Bilbo habrá dos juicios. Hombres y mujeres que arrastran sus cuerpos magullados por el cáncer, que arrastran las fotografías de una vida perdida por la falta de medidas de prevención. Muchos de ellos esperando llegar a la prejubilacion o la jubilación para poder vivir después de decenas de años en el tajo y...encontrarse con la muerte cara a cara. Son tantos, tanto sufrimiento, tanta muerte por llegar y vemos que faltan medidas públicas para ahogar estos dramas de la vida, sin poder borrarlos nunca.
El experto que dirige el proyecto sobre los riesgos del amianto en el Estado Español, el catedrático de Historia de la Ciencia Alfredo Menéndez Navarro, de la Universidad de Granada, ofrece las cifras actualizadas de fallecidos por el amianto: 4.987 personas afectadas por mesotelioma, un cáncer que en el 85% de los casos tiene su origen en una exposición laboral al amianto y en el 20% restante por respirarlo en el ambiente. Los datos corresponden a los años 1977 a 2010 y proceden del informe sobre el estado de la seguridad y salud laboral en España 2011 (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo). En Hego Euskal Herria han fallecido, al menos, 111 personas sede 2008 cuando la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (ASVIAMIE) registra afectados.
La Cadena Ser de Sevilla narraba lo que ocurría en las puertas del juzgado de Sevilla ayer en el inicio del juicio contra Uralita. Los concentrados, trabajadores y viudas, han recordado la tragedia de la fabrica que se instaló en Bellavista y que hasta 1.400 personas trabajaron en este lugar de muerte para muchos de ellos. Algunos de los trabajadores que han testificado ante el juez, han asegurado que "comíamos y nos vestíamos con el amianto al lado". Otro recordaba como la fabrica estaba a 100 metros de un colegio de niños "que respiraban" también amianto. Y es que el amianto estaba por toda la barriada de Bellavista. Otra mujer recordaba como el marido se traía placas para techar el patio de la casa, con el peligro que esto suponía.
En El Pais de Sevilla se recordaba: “A veces, durante el proceso de elaboración, se formaban nubes de polvo que se extendían por la fábrica o salían a la calle. Caían las partículas del amianto y nosotros nos lo tomábamos como si estuviera nevando, incluso, bromeábamos con ello”. Lo recuerda Alberto Martínez (71 años) junto a varios de sus compañeros de la antigua fábrica de Uralita de Dos Hermanas (Sevilla). Lo hacen en un corrillo formado a las puertas de los juzgados de lo Social de Sevilla, donde este lunes ha comenzado el juicio en el que 26 extrabajadores de Uralita reclaman a la empresa 2,2 millones de euros por las enfermedades contraídas por el contacto con este mineral.
Es el caso de Amalia Morales (79 años), quien durante dos años trabajó en esta fábrica sevillana. “Cuando entré, acababa de cumplir los 18”, recuerda. Primero trabajó manipulando el amianto; después, como limpiadora. “Me cambiaron de puesto porque comenzaron a salirme eccemas”, apunta. “Más adelante, noté que me ahogaba, que me faltaba el aire”, añade. Los médicos le diagnosticaron asbestosis —enfermedad pulmonar crónica por la inhalación repetida de amianto—. En la misma situación se encuentra Miguel Ángel Rey (73), quien trabajó en la fábrica durante 31 años. “Se ahoga al poco de empezar a andar, tiene que tener cerca su inhalador, apenas sale de casa...”, explica su mujer, Carmen Aguilar, quien asegura que lo peor es en invierno. “Con el frío puede coger una bronquitis muy seria y muy peligrosa”, apunta tras afirmar que confía en que se haga justicia.
En el Diario de Sevilla se recuerda: Al juicio acuden 22 trabajadores y las viudas e hijos de otros cuatro, que reclaman 2,2 millones de euros a la empresa después de que sus patologías -en su mayor parte asbestosis y el cáncer conocido como mesotelioma- fuesen reconocidas como enfermedad laboral. Mientras se celebraba el juicio en el Edificio Noga, sede de los juzgados de lo Social, varias decenas de trabajadores de las fábricas de Uralita en Valladolid, Getafe y Valencia se han manifestado en apoyo de sus compañeros sevillanos con pancartas en las que se leía "El amianto mata" y"Con el amianto la familia March monta un imperio y los obreros al cementerio". En el juicio han declarado los trabajadores demandantes, médicos de los hospitales de Valme y Virgen del Rocío, donde son tratados, y los peritos de los trabajadores. Además, han comparecido miembros del Comité de Seguridad que han asegurado que en la fábrica de Uralita en el barrio sevillano de Bellavista se trabajaba sin medidas de seguridad y limpieza. En cambio, la empresa ha asegurado en el comunicado que "desde mucho antes de la implantación de una normativa específica, Uralita realizó inversiones en materia de seguridad e higiene y creó una Comisión interna de seguimiento de esta problemática, precursora de la que luego se creó por la Administración".
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