viernes, 5 de septiembre de 2014

Siete años desangrándonos para esto


Dijo el filósofo griego Aristóteles que “La esperanza es el sueño del hombre despierto” , sin embargo asistimos a una nueva desesperanza. El Banco Central Europeo (BCE), con Mario Draghi a la cabeza, ha reducido el precio del dinero a un tipo de interés del 0,05% y se plantea inyectar 500.000 millones al sistema financiero europeo en próximas fechas.

¿Esperanza? ¿Dónde? Llevamos siete años desangrándonos con las medidas de austeridad que BCE, Comision Europea y Fondo Monetario Internacional (FMI), la Troika, nos impusieron para llegar a este punto que ¿será el final?. Creo que no. Dinero casi gratis al sistema financiero para que hagan negocio, mientras que a la mayoría, no culpable de la crisis económica, sufre despidos, le bajan los salarios y crece la pobreza. Además se privatizan servicios sociales, de salud y la educación, mientras a unos pocos -los que nos metieron en la crisis- se les premia. Siete años sangrando a la población para llegar a este punto. Inadmisible. ¡Que dimitan! ¡Que se vayan!
Creo que Mario Draghi, sus secuaces y cómplices, lo han hecho mal. Aunque siempre habrá quien las aplauda, pero esos son los que no sufren la crisis. Porque estas decisiones durante estos años han estado bien planificadas: han conseguido destruir el estado de bienestar, una de las principales garantías y con las que la UE alardeaba frente a Estados Unidos, por ejemplo. En este larguísimo camino de ríos de sangre a más de medio millón de personas les han echado de sus casas, porque no han podido pagar las hipotecas. En Hego Euskal Herria son alrededor de 15.000 expulsados de sus viviendas. Han bajado salarios tanto que hasta la OCDE ha dicho que no se puede seguir así, que vamos al suicidio colectivo. Pero, también, han impuesto el miedo.
La ley del miedo ha resquebrajado lo colectivo. Han eliminado las leyes laborales y sociales que garantizaban un mínimo a los trabajadores. Algunos, incluso, quieren hacer desaparecer las ayudas sociales, que son un derecho. Si la sociedad no se agrupa y lucha, estaremos perdidos. El mal esta en este neoliberalismo feroz, pero los gobernantes lo único que saben es rendir pleitesía a la elite económica.
Hoy Draghi nos ha mostrado ese camino: más ayudas a la banca, que no llegan a la población necesitada, ni a las pequeñas empresas. El negocio, de nuevo, está en marcha y en este camino seguimos desangrándonos.
Por eso. Aristóteles acepto ese pensamiento de “la esperanza es el sueño del hombre despierto”. Espero que seamos capaces de estar despiertos, vivos y en la lucha. No nos queda otro camino.

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