El número de desempleados, la tasa de empleo y la política de empleo son claves para conocer en qué momento se encuentra el mercado laboral, fundamental para tener una sociedad asentada, disponer de recursos para invertir y garantizar su futuro. Ese termómetro muestra fiebre máxima. Perdemos en todo lo fundamental y, lo que es peor, quienes nos gobiernan solo nos ofrecen humo, nada mas.
¿Hay una política de empleo eficaz desde los gobiernos? No, solo unos incentivos económicos a los empresarios para que firmen contratos temporales y precarios, que rebajan las tasas de paro estadísticas.
No nos debemos dejar engañar. Asistimos estos días a una ofensiva de optimismo en materia de empleo por parte de quienes nos gobiernan. A penas baja un poco el desempleo y saltan para vendernos su mensaje contaminado. Es así. Todavía en Hego Euskal Herria existen más de 200.000 personas sin un empleo. ¡Qué debemos celebrar! Nada, por desgracia.
Si miramos solo los datos de paro de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa nos encontramos con sorpresas. Según Lanbide, son 167.764 personas inscritas en el desempleo, aunque hay otros 14.000 que no se registran. Y, sin embargo, Eustat a través de su Encuesta de Población en Relación a la Actividad (PRA) reduce el paro a 157.800 personas. ¿Magia potagia? No. Volvemos a utilizar las estadísticas para desplegar esa cortina de humo, a la que se agarran con fuerza los necesitados de impulso, los representantes de los gobiernos que no hacen nada por resolver esta situación cada vez más difícil. Esperan a que la economía europea se anime, para que se anime la vasca. ¡Vaya iniciativa!
El termómetro del empleo lo publicó esta pasada semana OCDE. Indicó que la tasa de empleo en el Estado español se encuentra en el 55,3%. Diez puntos menos que en 2008 y alejada de la media de los países más desarrollados (65,6%) y de la UE (64,6%). No nos quedemos solo ahí, porque ese termómetro indica una fiebre severa del mercado laboral del Estado español. Porque la tasa de empleo de las mujeres es del 50,8%, siete puntos por debajo de la OCDE y 8,5 puntos menos que la UE. Pero entre los hombres, también hay variación. Porque la tasa de empleo está en el 59,7%, casi 14 puntos inferior que la media de los países más avanzados y 10,2 puntos menos que la UE. Lamentable.
¿Así nos quieren hacer creer que estamos ante los brotes verdes? Insisto no podemos caer en su trampa. Lo hemos hecho muchas veces, pero creo que hay que decir basta. Porque, otro elemento importante es el empleo juvenil. También aquí hay un fracaso absoluto. Porque la tasa de empleo de los jóvenes entre 15 y 24 años se sitúa en el 16,6%, 23 puntos por debajo de la media de la OCDE y 15,8 puntos menos que la UE. En el tramo más concurrido, de los 25 años a los 54 años, resulta que la tasa de empleo llega a 66,5%, pero son 9 puntos menos que la OCDE y 10,8 puntos menos que la UE. Mientras que al grupo de más edad, entre 55 y 64 años, la tasa de empleo cae al 43,5%. Casi 8 puntos por debajo de la UE y más de 13 puntos por debajo de la OCDE. Es cierto -para ser justo– que en Hego Euskal Herria estas tasas son un poco mejores, pero siempre tardan en publicarlas, porque muestran también ese desequilibrio asfixiante.
Todo esto es producto del aprovechamiento que los empresarios han hecho de la reforma laboral para despedir a quienes más antigüedad tenían en las empresas y para precarizar la entrada en las mismas. El fin lo conocemos todos: obtener más benéficos para sus bolsillos. En el primer trimestre de este año, las empresas no financieras han elevado sus beneficios en un 49,3%, según el Banco de España. A cambio, se están firmando más contratos, la gran mayoría temporales. De ellos, cuatro de cada diez tienen una duración máxima de una semana. ¿Que nos dan estos enrollados de empresarios? Precariedad y bajos salarios, es decir miseria y pobreza.
Pero, además, los empresarios siguen pensando en sacar tajada. Tienen al poder político a sus pies. Hace unos días el presidente de Confebask, Miguel Angel Lujua, mostró sus nuevas intenciones después de haber conseguido casi todo de los políticos para que puedan hacer y deshacer en el mercado de trabajo. Así, Lujua requirió, ante este cambio de ciclo económico, «pagar menos cotizaciones sociales, impuestos y tarifa eléctrica» y demandó ayudas económicas del Gobierno de Gasteiz para unir proyectos empresariales para exportar.
A cambio, Lujua expresó con todo su rostro que en este proceso de crisis económica «los trabajadores vascos no han perdido poder adquisitivo, sino que han ganado un 2,1% entre 2007 y 2013, según sus palabras. Otro engaño del 'mago' Lujua. Las estadísticas oficiales del INE confirman que el salario medio en la CAV en el primer trimestre de 2014 fue de 2.883,9 euros y en 2007 se situó en 2.881, 53 euros, un salario similar. Sin embargo, la inflación en este tiempo creció un 15,3%. Por lo tanto, hemos perdido salario, mucho, pero más quienes tienen menos cobran, aunque lo oculte el máximo responsable de la patronal. La manipulación es clara por parte de Confebask que, por otra parte, no tiene respuesta de los gobiernos a esas engañosas manifestaciones, porque son sumisos a sus planteamientos.
Así nos va.
Solo la lucha permitirá que recuperemos todos esos derechos que nuestros antecesores obtuvieron con sangre, sudor y lágrimas. A nosotros y a quienes vienen por detrás, nosqueda, de nuevo, esa tarea. Tomemos ese testigo. Aurrera!