lunes, 14 de abril de 2014
El trabajo mata....y más que cualquier guerra.
LA LEY DEL MIEDO DA VENTAJA AL EMPRESARIO, txokotik en Gara. 14.4.2014
La ley del miedo se está imponiendo en los centros de trabajo. El miedo ha cambiado de bando por la crisis, la desprotección, el individualismo y por algunas cuestiones más que muchos tenemos en la cabeza. Se han envalentonado y consiguen lo que quieren: reformas laborales, de pensiones, de negociación colectiva y, entre otras, la reforma fiscal, que nos han llevado a esa máxima precariedad y mínimos salarios. El objetivo, como cualquiera puede entender, es permitir que una parte cada vez más amplia del resultado económico vaya a los bolsillos de los empresarios. Los datos están ahí. No son ninguna invención. Los trabajadores vascos en este caso se encuentran en el grupo de cabeza de los más productivos de Europa y, aunque los salarios son mayores que en el Estado español, sólo perciben una cuarta parte, en el mejor de los casos, de esa productividad que logran.
Los gobiernos han contribuido a extender el miedo con sus medidas. Nunca hasta ahora se habían atrevido a tanto, pero ha ocurrido. Porque el ejército de parados sirve para chantajear y llevar los salarios al suelo. La última se la leí hace dos días a Luis de Guindos, os suena, efectivamente el ministro español de Economía destacó entre sus amiguitos neoliberales, políticos y organizaciones como el FMI, en Washington que no hay miedo a la deflación ni en Europa ni el Estado español y, a la vez, quiso convencer a algunos que los precios estén bajos permite que los salarios también caigan en sobremanera y... ahí esta el milagro ¡ganar competitividad!
Las empresas no ganan competitividad por inversiones y productos de alto nivel, sino porque han eliminado mucho empleo y están bajando los salarios. Es una competitividad artificial. Un espejismo. Lo que ocurre es que ante el estado de necesidad los empresarios se aprovechan, coaccionan y amenazan. Es el caso de los trabajadores de Carrefour Market de Zabalburu, que han hecho frente al gerente que les coacciona, amenaza e insulta. Los delegados de LAB han dicho basta. Creo que ese es el camino: que todos digamos basta ante tanto explotador suelto y que, de nuevo, el miedo cambie de bando para que no se pasen tanto.
lunes, 31 de marzo de 2014
¿QUÉ MÁS QUIEREN LOS EXPLOTADORES DE NOSOTROS? Txokotik de Gara 31.3.2014.
Todo esto viene a cuento porque si en fase de abundancia algunos se enriquecieron a base de bien, en este momento de crisis esta ocurriendo lo mismo, pero con el agravante de dejar a una parte importante de la población en la pobreza, sin nada. Otro expolio.
Los protagonistas son los mismos: la elite saca ventaja total y los de abajo sufrimos al máximo. Caen los salarios de forma exagerada, pero aumentan los beneficios de las empresas. Los datos no engañan. El último Boletín Económico del Banco de España desvela que aumentaron un 63,9% los beneficios de las sociedades no financieras el año pasado. Es un expolio a la clase trabajadora, a la que le espera paro y miseria, mientras unos pocos se enriquecen al máximo.
Para redondear este dato, El observatorio Gaindegia ha confirmado esta misma semana que la productividad de la mano de obra de Euskal Herria alcanza los 74.380 euros por persona, tres veces más que el salario medio de cada uno de ellos, mientras que la media de la Unión Europea de los Veintiocho se queda en 59.634 euros. Lo que muestra una diferencia del 25% a favor de los vascos. Cabe la pregunta ¿qué quieren los explotadores? La respuesta al expolio está en nuestras manos. «Aurrera!»
lunes, 3 de marzo de 2014
UN GRITO CONTRA LA EXPLOTACIÓN Y LA MISERIA EN BILBO, txokotik hoy de Gara (3-3-2014)
Han tomado Bilbo. Policías y los máximos adalides del capitalismo rancio. Llegan con parafernalia, con la policía por todos los sitios para proteger a quienes nos han llevado a la pobreza, a quienes nos han recortado las prestaciones sociales y a quienes han terminado con las condiciones laborales logradas tras décadas de lucha de la clase trabajadora.
¿Quién nos protege a nosotros frente a ellos? Porque son peligrosos. Generan desigualdad, explotan y echan a pueblos enteros de sus territorios, crean hambre y miseria. Vienen a Bilbo estos para organizar charlas, para confirmarnos que en este planeta sólo hay sitio para unos pocos: los millonarios capitalistas, los que abrazan ese mundo desigual. Muchos otros se acercan a rendirles pleitesía, para alabar y presentar sus credenciales de cómo han terminado con esos derechos a disponer de una prestación social digna si te expulsan del mercado de trabajo, a tener un salario y un empleo digno. Ellos aplican las políticas que ese grupo de neoli- berales predica. Por eso, hoy en Bilbo tienen un lugar reservado en ese festín capitalista. Son la sombra alargada y malvada de las multinacionales explotadoras. No les importa lo que diga el Pueblo. El Pueblo debería darse cuenta ya que ese puñado de gobernantes están al servicio del gran capital, porque abrazan esos privilegios de unos pocos.
Sin embargo, la clase trabajadora y la sociedad tiene en la calle su voz. Hay que demostrarles que esta batalla no ha terminado. Que, igual que otros hicieron antes, la lucha continúa y no se olvida. Avanzar hacia un mundo justo es posible. Tenemos que arrebatarles el poder que han acumulado unas pocas personas mientras el mundo se muere de hambre, de desigualdad e injusticias. Esos que mandan han decidido desembarcar en Bilbo, pero nosotros también. Debemos decirles que no les queremos y que, sin duda, buscamos una sociedad más justa, igualitaria donde podamos vivir todos.
Un gran amigo, Periko Solabarria, nos dice que «si no nos dejan soñar, no les dejemos dormir». Esa es la idea. La calle nos espera. Es la mejor expresión de libertad. Si queremos llegar a la meta, tenemos que salir y luchar. Nos vemos en la calle.